¿Quién soy?
- sertejnar
- 27 feb 2023
- 2 Min. de lectura
Cuando te rindes a todo lo que crees que te define y conforma tu identidad personal hay una sola cosa que queda, lo que hace que te des cuenta, la propia conciencia de existir.
El otro día tomando algo con un amigo discutíamos amistosamente sobre un personaje famoso que no viene al caso. Cada uno lo veía des de una perspectiva muy distinta. Uno veía en él cualidades y virtudes que el otro no lograba percibir y eso me dio que pensar. Si cada uno ve al otro de forma diferente, ¿quién tiene razón? Creo que la respuesta es clara, ninguno. Cada cual tiene una visión de los demás que nada tiene que ver con la nuestra y asegurar que la mía es la buena es ir muy de sobrado. La siguiente pregunta vino enseguida a mi cabeza. ¿Qué pensaran los demás de mí? Seguramente también habrá mucha disparidad de opiniones, pero en esa variedad sí que mi opinión es la buena, ¿no? Si lo que pienso de los demás no es lo que realmente es, ¿de lo que pienso de mi sí que lo es? A primera vista parece evidente que yo me conozco a mí mismo. Si no lo analizo con detenimiento no puede haber duda que yo sé cómo soy, cómo pienso y cuales son mis valores. Pero... ¿y si no fuera así?
Si observamos que conforma la idea de quién soy, puedo ver que lo primero que me viene es que nos otorgamos un conjunto de cualidades de acuerdo a un carácter. Tendría que observar primero a que le llamamos carácter o personalidad. Veo que esas cualidades, esa personalidad se define en definitiva por las cosas que pienso, porque son la consecuencia de lo que piensas. Siempre observo a partir de pensamientos, no de experiencias. Lo que yo soy lo pienso y por este motivo es cambiable. No hay permanencia en lo que yo pienso que soy. Lo que soy realmente debería ser estable, sin cambios. No soy mis cualidades personales cuando pueden ser variables en el tiempo y según las circunstancias del momento. No puedo ser mis ideas tampoco, podemos cambiar y tener otras opiniones. No puedo ser mi cuerpo que va cambiando y regenerando células nuevas cada cierto tiempo, ni mis pensamientos, ni mis emociones, que son inestables. Todo eso no soy yo porque no es inmutable. ¿Entonces qué?
Cuando te rindes a todo lo que crees que te define y conforma tu identidad personal hay una sola cosa que queda, lo que hace que te des cuenta, la propia conciencia de existir. La conciencia no puede ser pensada, solo experimentada y es estable y permanente. El primer paso a esta experimentación es atenderse a uno mismo siendo consciente constantemente. Entonces vivir se vuelve una constante observación de lo que acontece en ti en cada situación. A partir de aquí serás permanente atención de cada pensamiento que viene a la cabeza, atención de cada emoción que despierta, de cada sentimiento que nace. A base de ir atendiéndote empezarás a ver que no eres ninguna de esas cosas que surgen en ti, porque poco a poco sentirás que siempre detrás de eso, está la consciencia que lo atiende, tú.



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