¿Es el hombre un producto más del sistema?

Somos el producto y no la persona. Esta sutil deshumanización ¿podría provocar buena parte de la enajenación y ansiedad colectiva que vivimos?

Con los últimos avances en ciencia que han aparecido en las noticias, relacionados con las mejoras en el bienestar de las personas, me vino a la cabeza una visión del mundo actual poco agradable. La idea fue poder ver, como el hombre está camino de perder su humanidad. Aquello que le define como ser humano. Era como ver como el propio sistema capitalista en el que nos encontramos lo esta convirtiendo en una mercancía más. Me explico:

Un día un compañero de trabajo me dijo una frase que me quedo gravada: - El problema tuyo es que no te sabes vender. Se suponía que yo era muy válido en mi faena, pero no lograba hacer que los demás me considerasen de esa forma. Pareciera que tenía que hacer algún tipo de acción para visualizar más mi acción. El hombre actual tiene que venderse a los demás. El marketing de su propia vida. ¡Sé tu propia marca personal! Bonito eslogan para un curso de desarrollo personal ¿no? Nuestra vida es un escaparate en redes sociales donde nos vendemos lo mejor posible, unos/as mejor que otros/as. Instagram, Facebook, Tinder... han surgido para poder enseñar nuestra mejor versión. De allí depende nuestra autoestima y donde curamos nuestras inseguridades, frustraciones… Somos el producto y no la persona. Esta sutil deshumanización ¿podría provocar buena parte de la enajenación y ansiedad colectiva que vivimos?

Nuestros intercambios sociales son meras transacciones de palabras vacías y sin realidad personal. Sin un verdadero interés en el otro, se llenan vacíos de silencio por la incomodidad que eso provoca. La palabra como mero dinero. Poco a poco vamos a ver como esta comunicación artificial, impersonal ya ni la vamos a tener con semejantes. Las redes sociales, los videojuegos y ahora la realidad virtual están ganando terreno entre los jóvenes y substituyen la interacción con un ser humano por la de una máquina.

Se venden personas, órganos, esperma, óvulos, hay vientres de alquiler, órganos artificiales con los que comerciar, ingeniería genética, implantes de todo tipo a gusto del consumidor ¿Está la humanidad dejando de ser un ser vivo y se dirige a ser una versión artificial de sí mismo? ¿Hay límites a este proceso? ¿Entenderá el ser humano que toda esta deshumanización provoca el malestar mental que asola el mundo? Todo este proceso evolutivo surge del propio sistema capitalista en el que vivimos y nos dirige a este camino.

La enajenación del propio sistema capitalista donde solo se busca rendimiento y crecer sin límites lleva al hombre a no atenderse y sentirse como un producto más. No solo destruimos el planeta llevando al límite los recursos naturales si no que llevamos al límite nuestra propia esencia de ser seres vivos. El bien común, el valor que se le da a la sociedad son mantras del Sistema, son ideas abstractas y ficticias que nos han sido inculcadas por y para el propio sistema capitalista. El hombre queda como mera pieza del engranaje de fácil substitución cuando ya ha cumplido con su función. Una máquina que no puede parar de producir. El hombre en esta sociedad tiene como único fin la producción y la reproducción para seguir perpetuando el engranaje.

Donde queda el individualismo, la importancia del hombre por sí mismo. No como algo utilizado para un fin mayor. ¿Qué hay mayor al hombre? ¿Existe algo que puede ser mayor al hombre como ser? ¿Debe el hombre ser utilizado por algo, alguien o por si mismo para una finalidad que no sea el mismo? ¿Porque una abstracción llamada “bien común” o “sociedad” es superior al ser humano individual si no es nada real por el hecho de ser una idea? Y si nos cuidamos mas a nosotros mismos como individuos, mirando hacia dentro y no hacia fuera para sanar de este proceso que nos está conduciendo a la desconexión con nuestro ser.

Siento que esto llega a su fin. Todo está probado ya, sistemas económicos, educativos, políticas, sociales… Ya de forma inconsciente estamos viendo que la vida que llevamos ya no nos sirve. Nos estamos aferrando a sistemas que ya no funcionan para el nivel evolutivo del ser humano. Cada vez más gente despierta a nuevas posibilidades. A partir de ahora vamos a otra “cosa” y hay que tomar consciencia de este movimiento. La evolución de la especie humana sigue su curso y el despertar de la consciencia forma parte de esta evolución.